jueves, 1 de septiembre de 2016

Escritora aliada: Mónica Gutiérrez

En julio hicimos una lectura conjunta, y leímos El noviembre de Kate, una deliciosa historia que nos refrescó el verano. Hoy venimos a hablaros de su autora, Mónica Gutiérrez. Es su tercer libro publicado, el primero en papel y con una editorial, Roca Editorial. A nosotras nos encantan sus historias, nos encandiló con Cuéntame una noctalia y terminó de conquistarnos con Un hotel en ninguna parte.

Esperamos que os guste la entrevista y conocer un poco mejor a Mónica.


Mónica nació un noviembre, en Barcelona. Su primer recuerdo de la infancia y los libros son los veranos que pasó con Julio Verne y J.R.R Tolkien. La literatura siempre ha formado parte de su vida, desde pequeña. “Y es raro porque en casa nadie leía excepto yo”. De adolescente le inoculó el virus lector a su madre y ahora son las dos las que miran con ojitos brillantes la buena literatura.

A la eterna pregunta de si uno es o se hace escritor, Mónica cree que eres escritor, como eres médico o bombero. “Con el paso de los años, lo único que puedes hacerte es mejor escritor o peor escritor”.

Tiene muchísimas manías de escritora: La soledad, el silencio, muchas tazas de té... Titular los capítulos al final de la novela, pasarse horas pensando en el nombre de la protagonista, no hablar de la novela que está escribiendo con nadie...

En sus novelas hay muchísimo de ella. “Pero más que de mí, lo que hay son mis experiencias. Mis personajes no se parecen a mí pero sus bagajes emocionales beben de mi experiencia, al igual que los paisajes por los que transitan, sus miedos, sus ilusiones, sus esperanzas...”.

Considera que lo ideal sería que el escritor haya estado cerca de ciertas emociones para poder novelarlas, “escribir siempre sobre emociones que has conocido de primera mano”. Pero también cree en el trabajo de la documentación: un escritor puede ser convincente en cualquier emoción siempre que haya trabajado bien la documentación, la entrevista con personas que sí han vivido la experiencia, el estudio de la Historia, la cercanía con los protagonistas, etc. “Conozco a historiadores que hablan sobre el Senado romano de la república como si hubiesen estado allí en tiempos de Mario. Algunos escritores también tienen ese don”.

Cree mucho más en el trabajo que en la inspiración. Siempre pone el ejemplo de Anthony Trollope, que escribía ocho horas diarias por sistema, por rutina. “No hace falta que te encadenes al escritorio pero sí que encuentres una rutina de trabajo y seas disciplinado para seguirla a diario. La idea es importante pero desarrollarla es abrumador y formarte adecuadamente para mejorar tu escritura ni os cuento”. Mónica tarda cuatro veces más en repasar, estudiar e investigar que en escribir.

Cuando le pedimos que nos cuente una anécdota relacionada con su proceso creativo, nos confiesa que es muy despistada: “Se me olvida la cara de los personajes. Tengo siempre presente su personalidad y cómo reaccionarían en cada circunstancia, pero se me olvida si son rubios o qué color de ojos tienen. Hace poco me ocurrió que tenía a una embarazada bebiendo vino y fumando. No me di cuenta hasta que mi lector cero me tiró de las orejas”.

Mónica escribe para todo aquel que desee leerla, para todo el que necesite un respiro de tanta y tan dura realidad.

En cuanto a sus referentes literarios, le gustan mucho los autores británicos con sentido del humor de finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX. La ayudan muchísimo a encontrar ese tono feelgood de sus novelas. “Pero los referentes literarios de todo escritor siempre son los clásicos, sin duda”. Su “eterno pendiente” es "Ulises" de James Joyce.

Cuando le pedimos que nos recomiende un libro y una película, se lleva las manos a la cabeza: “¿Solo uno de cada? ¡Esta es la pregunta más difícil!”. Nos recomienda "Historias" de Heródoto (lo siento, soy historiadora) y la película "Magia a la luz de la luna", de Woody Allen (es feelgood e ingeniosa).

También le preguntamos su opinión sobre la situación actual de la industria editorial, y nos responde que es muy novata en cuanto a experiencia editorial se refiere por lo que nos va a da su opinión más personal. Mónica cree que cada editorial es un mundo, un universo, que cada una tiene su forma de trabajar. “La mayoría me encantan (sobre todo las más pequeñas) porque ves a sus editores en las redes sociales, notas que están abiertos a hablar con escritores y lectores, y eso es muy positivo”. Les anima a que sigan en las redes, escuchando las opiniones de escritores, traductores, filólogos y lectores, que repitan congresos tan fabulosos como ENDEI, porque solo así podrán recoger buenas ideas y sugerencias y su trabajo será cada vez más ajustado a las necesidades y deseos del mundo literario. Si desean que su labor sea excelente deben saber escuchar. “Ah, y que traten bien a los autores novatos porque somos muy sensibles”.


Con respecto a sus novelas, queríamos saber si Mónica busca hacer de sus novelas lugares en los que el lector se sienta arropado, o si le sale así, sin buscarlo. “Busco sentirme a gusto yo misma. Cuando escribo me construyo un rinconcito donde perderme. Aunque me encantaría que los lectores también se sintieran allí igual de a gusto o más. Las historias si no se comparten no tienen sentido”.

Como ya hemos dicho, con Cuéntame una noctalia nos cautivó, y con Un hotel en ninguna parte terminó de conquistarnos. Mónica nos cuenta que "El noviembre de Kate" es tan feelgood como las dos anteriores “pero quizás es menos intimista, los personajes se mueven un poquito más y hay una trama muy simpática de hackers que le pone un puntito de sal a la historia. No hay grandes sorpresas porque siempre digo que lo importante no es que el destino sea una incertidumbre sino que el lector disfrute recorriendo un camino tan agradable que le inste a quedarse en él a vivir”.

En cuanto a su experiencia de pasar de autopublicar sus dos primeras novelas a publicar con una editorial, nos confiesa que, como es muy controladora, ha sufrido un poquito.  “Cuando autopublicas todo depende de ti, tú decides: portada, corrección, edición, maquetación, precio, distribución, plataformas, formatos, etc. Con la editorial tienes que ponerte en sus manos y confiar. La suerte es que en Roca trabajan muy bien: las indicaciones de mi editora y las correcciones de la filóloga que me asignaron me ayudaron a pulir el libro y aprendí muchísimo”. Han sido muy respetuosos con su novela, Mónica siempre ha tenido la última palabra respecto a los posibles cambios o correcciones. Pero en otros aspectos, como en el diseño o en otros detalles logísticos, no ha podido intervenir. “Creo que depende mucho de lo bien que te entiendas con tu editor y su manera de trabajar, su cultura de edición. A mí me ha encantado conocer a una profesional tan extraordinaria como Blanca Rosa Roca y a una editora tan respetuosa e inteligente como Carol Paris”.

Le ha gustado vivir la experiencia editorial. “Pero no me preguntes qué es mejor para un escritor porque no sabría decirte, tanto la autopublicación como la editorial tienen sus ventajas y sus desventajas”.


Le pedimos que nos hable de su siguiente proyecto (aunque nunca hable con nadie de la novela que está escribiendo en ese momento), y que nos diga si tiene algo en mente o en proceso.

Ahora mismo estoy de vacaciones. He terminado dos novelas en estos dos últimos años, sin contar con el proceso de edición de "El noviembre de Kate", y estoy cansadísima. Además he apostado fuerte por los talleres de escritura feelgood que imparto en Ateneo Literario, y soy alumna de Ana González Duque en un curso muy exigente de marketing online para escritores ¡No puedo más! En septiembre pensaré con calma qué hacer con esas dos novelas inéditas; una es feelgood, muy divertida, y la otra es muy romántica, ya veremos. Depende también de cómo funcione la que acabo de publicar con Roca editorial”.

Como ya es septiembre (nos respondió a la entrevista en julio, sentimos muuuucho el retraso en publicarla), esperamos que nos diga que no piensa dejarlas guardadas en un cajón, porque eso sería un crimen que no vamos a consentir ;)

En diez años se ve aprendiendo y en la docencia; “pero sobre todo publicando novela porque eso sería señal inequívoca de que me sigue divirtiendo muchísimo escribir”.


Podéis encontrarla en su blog Serendipia, en su página de Facebook o en Twitter (@MnicaSerendipia).


Mónica, muchas gracias por la entrevista y por todo, esperamos poder volver a perdernos contigo por Barcelona (o por cualquier otra ciudad).




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