El pasado 30 de septiembre despedimos el mes homenajeando a nuestra primera escritora aliada: María José Moreno.
Hoy, toca anunciar al autor de este mes. Y nuestro escritor aliado de octubre es… ¡Jordi Llobregat! En cuanto se lo propusimos, aceptó encantado. Y no sólo a responder a las preguntas de la entrevista que hoy os traemos, si no a más cosas que os iremos desvelando.
Muchas gracias, Jordi, por aceptar tan rápido nuestra propuesta, por ser tan participativo, por prestarte a nuestras peticiones y por involucrarte tanto.
Publicamos esta entrada, anunciando a nuestro escritor aliado de octubre, en una fecha muy especial: ¡Hoy es su cumpleaños! Muchas felicidades, Jordi, te deseamos un muy feliz cumpleaños y esperamos hacer un poquito más especial este día. Os dejamos su Twitter (@JordiLlobregat) y su Facebook para que le felicitéis, y si le dais una calurosa acogida a Somos Alianza, aún mejor.
Y antes de hablaros de Jordi, vamos con las pistas que os dejamos para que le adivinaseis (¡enhorabuena, Mónica Rubio, fuiste la primera, y con sólo una pista!).
Pista 1: Pasó por relatos hasta llegar a la novela.
Pista 2 (aclaratoria de la 1): Su primer libro publicado es una novela.
Pista 3: Su primera novela va a ser traducida a más de 15 idiomas.
Pista 4: Le va el género negro.
Sugerencia: La próxima vez, no hagáis muchas suposiciones más allá de las pistas: Primera novela no quiere decir que haya más novelas, jajaja.
Ahora ya sí, vamos a conocer un poco más a Jordi:
Jordi Llobregat nació en Valencia el 8 de octubre de 1971. Si le preguntas, es posible que no te diga su verdadera edad, pero no por vanidad, sino porque no lo recuerde. “En una ocasión, el mismo día de mi cumpleaños, creía que celebraba un año y era otro”.
Uno de los recuerdos de su infancia es acudir los sábados por la mañana a la biblioteca de la mano de su padre. Él era tornero en una fábrica, por lo que pocas veces lo veía entresemana, “pero los sábados eran nuestros”.
Considera que uno es y se hace escritor: Antes de convertirse alguien en adulto, las influencias de su entorno son las que le conforman como individuo, y “es ahí donde se promueve o no la sensibilidad de querer inventar y contar historias”. Pero si una persona no se forma técnicamente ni lee a ciertos autores y novelas, es difícil que la vocación de escritor se desarrolle.
Jordi se acercó a la literatura “con fervoroso entusiasmo y sin precaución alguna”. La idea de escribir su primer libro surgió en una época de su vida donde sintió de nuevo la necesidad de contar cosas, pero por medio de la escritura (antes había probado otras expresiones como el dibujo y la música).
Escribe “para el lector. Sin ninguna duda”. Y según él, no tiene muchas manías de escritor: “Un rincón para mí solo. Disponer de tiempo. Buena luz. Quizás tener cerca una taza especial con algo caliente o frío, según épocas. Estar rodeado de un ambiente sugerente. Si es posible, que corra una brisa fresca o llueva”. Tiene muy claro que la inspiración existe: “Es aquello que genera uno mismo cuando trabaja, a pesar de todos los inconvenientes y de cualquier tentación de procrastinar”. Y tiene muchos referentes literarios, que van cambiando con el tiempo. Aparte de los clásicos: John Conolly, Rosa Montero, Carlos Somoza, Jacinto Antón, Kerr, Mendoza, Russell, Eco… “Mañana habrá otros más y alguno menos”.
A su parecer, la empatía en un escritor es fundamental. “Es muy difícil que hayas experimentado todo lo que es posible experimentar, por lo que es importante que aquello que no hayas vivido por ti mismo sepas entenderlo y asimilarlo de otros que sí lo hayan hecho”. En caso contrario, es muy probable que se acabe impostando y haciendo el ridículo.
Hay mucho de él en sus novelas, “por no decir todo. Cuando escribo, mis preocupaciones, imaginación, sueños, miedos, lecturas, pesadillas, manías, experiencias, ilusión…, están ahí”. Los temas que trata son los que le preocupan u ocupan. “Todos los personajes son un poco yo mismo, incluso los más retorcidos”.
Su novela El secreto de Vesalio bebe de muchas fuentes, algunas conscientes y otras no tanto. A Jordi le interesan los momentos de transición y también “el frágil equilibrio entre la vida y la muerte, la convivencia entre la ciencia y la superstición, los sentimientos que todos tenemos y que nos arrastran como la culpa, la venganza, los secretos, el arrepentimiento por las decisiones del pasado…”.
En una ocasión ideó una de las (a su parecer) mejores escenas de El Secreto de Vesalio mientras hacía trekking en Eslovenia. Se pasó cuatro horas en silencio mientras andaba por la montaña, dándole vueltas a la escena hasta que sus acompañantes se lo recriminaron. “Lo cual estuvo muy bien pues iba de cabeza a un precipicio”.
Para escribir El secreto de Vesalio forró una pared de su casa con un enorme plano de Barcelona. Su dedo recorría las calles hasta que topaba con algún espacio concreto donde saltaba una alarma en su cabeza: “Uy ¿Y esto qué es?”. De ahí la elección de los enclaves. Le preguntamos si era consciente del interés que iban asuscitar posteriormente en el lector, hasta el punto de convertirse en objeto de una ruta literaria. “Supongo que sí. Creo que es algo que comparto con la mayoría de los lectores. Me suele provocar mucho interés los lugares que ahora no existen o que han sido reconvertidos y tienen ahora un uso diferente al original. Resulta una suerte de nostalgia por el pasado. Me provoca preguntas y abre la posibilidad de explorar nuevos mundos maravillosos”.
Eligió la época en la que suceden los hechos de la novela porque “es un período de transición y transformación especialmente sugerente por sus contradicciones, contrastes y sucesos singulares”; Algo que pretende que se impregne en la trama. “Esta clase de momentos históricos me suelen atraer bastante como escritor”. Escoger un momento histórico tan concreto para situar la novela hace la labor de documentación y revisión más complicada, sobre todo porque los años finales del siglo XIX son un tiempo de muchos cambios y avances en diversos campos.
- Los personajes son fantásticos, pero de todos ellos nos quedamos con Pau, para nosotras, uno de los personajes del año, y tenemos una curiosidad. Al leer el libro tuvimos la sensación de que Pau se rebela, es como si llegado un punto el personaje crece por su cuenta y exige ser uno de los protagonistas, ¿es así, o sabías desde un principio que la novela iba a ser de tres y no de un solo protagonista?
“Voy a desvelar un secreto. Pau fue el primer personaje que imaginé y, al principio de los principios, lo creé pensando en él como personaje principal. Después la historia me exigió un replanteamiento y la aparición de Daniel y de Fleixa. Aun así, para mí no pierde entidad, de hecho creo que gana con la compañía de otros dos protagonistas, que también adoro. Lo que cuento a través de Pau es además muy importante para mí”.
No podíamos terminar de hablar de El secreto de Vesalio sin preguntarle a qué cree Jordi que se debe el hecho de que su obra haya tenido tanto éxito y que vaya a ser publicada en 18 países: “Supongo que es debido a que la novela trata algunos temas universales y que la localización, el contexto histórico, el género y la propuesta narrativa en general son atractivos en cualquier lugar”.
Con respecto a la situación actual de la industria editorial, considera que queda mucho por hacer; que tienen la oportunidad de acercarse más al autor y al lector, y junto a ellos generar un modelo de industria mejor.
Jordi Llobregat es el director del Festival de Valencia Negra. Cree con sinceridad que el boom del género no se trata de algo pasajero, que toda esta mayor visibilidad del género lo que está provocando es, por un lado, la aparición de nuevos autores, algunos excelentes, y por otro, un gran número de lectores satisfechos que cada vez querrán más y más, de este género o de cualquier otro. “Hay que pensar que las buenas historias no pasan nunca de moda. Esto no es una colección de Zara”.
Como lector, consume todo tipo de novelas, busca constantemente una lectura que le estremezca, sea ésta de género negro, verde, amarillo, o no importa qué. Como escritor, siente exactamente lo mismo y, de hecho, “lo que escribo suele ser una mezcla de géneros. En realidad, tan solo busco una buena historia que contar”.
Actualmente está leyendo: “Mr. Holmes” de Mitch Cullin;“El camino de los reyes” de Brandon Sanderson y “Cuentos de los mares del Sur” de London. Depende del momento, coge uno u otro.
Su eterno pendiente es “La vieja sirena”, de Sampedro. “Imperdonable. Un día me lo leeré, lo prometo”.
Cuando le pedimos que nos recomiende un libro y una película, nos dice que es una gran responsabilidad. “Hay muchos motivos por los cuales elegir un libro y una película. Yo optaré por el menos racional posible: razones sentimentales (y en consecuencia, muy personales): La loca de la casa de Rosa Montero y El gran azul de LucBesson”.
No quiere revelar nada de su siguiente proyecto, solo que, sin acento tejano: “estamos trabajando en ello”.
Dentro de 10 años le encantaría vivir en otro país una temporada, “lo he hecho antes y lo echo de menos”, con lo que es una incógnita dónde se verá. En cuanto al cómo, en 10 años“me gustaría verme con cinco o seis novelas publicadas, varios proyectos personales en marcha, poca barriga y muchas, muchas ganas de vivir”.
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